Todos los años, en Viena, la Orquesta Filarmónica interpreta el día 1 de enero el Concierto de Año Nuevo. Durante dos horas tocan valses, polcas y marchas bajo la batuta de un gran director invitado para la ocasión. Casi todas las obras de los hermanos Strauss.
Cada año se repite el mismo ceremonial: al acabar el concierto el director se retira y los aplausos del público le hacen salir de nuevo e dirigir el Vals del Danubio Azul. Al finalizar se retira y los nuevos aplausos y vítores le hacen salir una segunda vez para tocar la Marcha Radeztky, en la que el público participa acompañando con palmas. Esta obra fue compuesta en honor al General Radetzky por Johan Strauss.
Aquí tenemos la del concierto de 2009 dirigido por Daniel Barenboim. Prepara las manos y presta atención al director...